Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una fecha para reflexionar sobre el impacto de esta condición en la salud de las personas y destacar la importancia de la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento integral.
La Dra. Jenny Cepeda, diabetóloga, describe la diabetes mellitus como una condición silente y epidémica, que continúa aumentando en todo el mundo. Comenta que las complicaciones más comunes afectan el corazón, los riñones, los ojos, los nervios, la salud mental y prácticamente toda la economía corporal.
“Por eso hoy se habla de un cuidado integral, que incluye no solo la glucosa, sino también la presión arterial, los niveles de colesterol, el peso corporal, la salud emocional, la calidad del sueño y el contexto social” resalta la especialista.
La Dra. Cepeda cita que, Según la Federación Internacional de Diabetes (IDF), 589 millones de adultos viven con esta condición, lo que equivale a 1 de cada 9 adultos, y las cifras siguen en aumento con el paso del tiempo. En República Dominicana, el panorama no es diferente. La misma federación reporta que alrededor de 1.2 millones de adultos viven con diabetes (20 a 79 años), con una prevalencia del 17.6%, una de las más altas de la región. Las guías de la Asociación Americana de Diabetes (ADA 2025) y la AACE nos recuerdan que el enfoque actual busca reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad y esperanza de vida.
“Esto evidencia que todos tenemos un familiar o persona cercana con esta condición. La diabetes ya no es un tema individual, sino global, que requiere la acción conjunta de políticas públicas, educación y ajustes en el sistema de salud familiar”, señala.
La doctora, enfatiza que la diabetes no se trata solo del control del azúcar en sangre. Desde el nuevo milenio, las investigaciones han demostrado que la glucosa en exceso puede ser tóxica (glucotoxicidad), causando daño en diferentes órganos y sistemas, tanto microvasculares como macrovasculares, que derivan en complicaciones metabólicas más allá del control glucémico.
“Uno de los grandes retos de la Diabetes es la falta de educación estructurada sobre cómo alimentarse conscientemente, ajustar el tratamiento según el tipo de diabetes y actuar ante emergencias como una hipoglucemia. También influyen la adherencia al tratamiento, el apego a los cambios de estilo de vida, y las limitaciones económicas para acceder a medicamentos y tecnologías. En el mismo sentido, nuestro país refleja una situación comparable, existen medicamentos modernos y equipos que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes. Sin embargo, el alto costo, la falta de cobertura de nuevas moléculas, y el precio de los glucómetros, tirillas y monitores continuos de glucosa siguen siendo un gran reto, lo que impacta directamente en la aparición de complicaciones” comenta la doctora.
La carga emocional también cuenta
La Dra. Cepeda recuerda que la diabetes no solo afecta el cuerpo, sino también las emociones. “Desde el diagnóstico, muchas personas experimentan frustración o culpabilidad, especialmente cuando enfrentan una complicación. Esta condición requiere un manejo multidisciplinario centrado en la persona, con apoyo médico, emocional y familiar constante”, explica la especialista.
La educación al paciente: el eje central del tratamiento
Las guías ADA 2025 subrayan que la educación en el autocuidado es una de las herramientas más poderosas para mejorar el control glucémico, reducir complicaciones y aumentar la calidad de vida. Una persona que sabe qué comer, cómo ajustar sus porciones y usar sus medicamentos o insulina de manera segura puede lograr un control metabólico óptimo y responder mejor ante cambios en sus niveles de glucosa.
“Un paciente educado deja de ser un receptor pasivo de órdenes y se convierte en protagonista de su tratamiento. Eso cambia toda la historia de su condición, mejora la adherencia, los resultados clínicos y la sensación de control sobre su vida”, concluye la Dra. Jenny Cepeda.