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7 Nov 2025

Las lluvias siempre traen alivio al calor, pero cuando vienen acompañadas de inundaciones, también dejan consecuencias que no siempre se ven de inmediato. Una de las más preocupantes es el aumento de enfermedades. Por eso, se ha lanzado una alerta para que todos estemos atentos y tomemos medidas preventivas.

Las aguas estancadas que quedan después de las lluvias son el escenario perfecto para que los mosquitos se reproduzcan. Y con ellos, llega el riesgo de enfermedades como el dengue, que todavía afectan a cientos de familias cada año.

A esto se suma la leptospirosis, una enfermedad bacteriana que puede confundirse con una gripe al inicio, la cual tiene la capacidad de progresar a insuficiencia renal y fallo hepático. Esta puede contraerse por contacto con agua contaminada con orina de animales, especialmente ratas.

El problema con estas enfermedades es que sus síntomas suelen confundirse con los de una gripe o una fiebre común. Fiebre alta, dolor muscular, cansancio y dolor de cabeza son señales que no deben tomarse a la ligera. Acudir al médico a tiempo puede hacer una gran diferencia, destaca la Dra. Elianet Castillo, Infectóloga.

Si presentas fiebre, dolor muscular intenso o malestar general y recientemente estuviste en contacto con agua estancada, sufriste una inundación en tu hogar o trabajo, o resides en un área donde se han identificado criaderos de mosquitos, busca atención médica de inmediato, advierte la especialista.

“Otras enfermedades que suelen aumentar son las enfermedades diarreicas aguda, hepatitis A o colera por contaminación del agua potable, así como un aumento de las enfermedades respiratorias por aumento de la humedad” comenta la infectóloga.

La prevención es la clave

Algunas medidas sencillas pueden ayudarnos a reducir los riesgos: eliminar cualquier recipiente que acumule agua, usar cloro en la limpieza de los tanques, tinacos y cisternas, y evitar el contacto con aguas contaminadas. Si tu hogar se inundó, realiza una limpieza y desinfección de la casa, muebles, etc. y desecha los objetos obviamente dañados por el agua sucia. Siempre consume agua potable y lava las frutas y verduras que vas a consumir.

Ante estas enfermedades, se han desplegado operativos en comunidades afectadas, entregando cloro, insumos de limpieza y ofreciendo orientación casa por casa. También se mantienen campañas educativas sobre el manejo del agua, el control de criaderos y la correcta eliminación de desechos.

Las lluvias son inevitables, pero las enfermedades no tienen por qué serlo. Con pequeños hábitos, podemos mantener nuestros hogares libres de criaderos y proteger a nuestras familias. Cuidar la salud después de una inundación no es solo una responsabilidad individual: es una tarea de comunidad. Cada acción cuenta.

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