La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en la sangre. Esto ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no puede utilizarla adecuadamente. Su impacto puede extenderse al sistema cardiovascular, renal, ocular, nervioso, dental y hasta al estado emocional de la persona. Por ello, la atención médica debe considerar todas las áreas que pueden verse afectadas.
El cuidado 360° de la diabetes propone una visión integral de la salud del paciente, donde distintas especialidades médicas trabajan de manera coordinada para prevenir complicaciones, mejorar el control metabólico y mantener la calidad de vida.
Especialidades del cuidado 360° de la diabetes:
Endocrinología: Es la especialidad base en el manejo de la diabetes. El endocrinólogo evalúa el tipo de diabetes, ajusta los medicamentos y orienta sobre los hábitos que favorecen el control de la glucosa. También coordina con otras especialidades cuando se detectan posibles complicaciones.
Pie Diabético: Se recomienda realizarse una evaluación preventiva mínimo una vez al año, pues el azúcar va deteriorando la capacidad del nervio y su función, y por eso, los pies pueden tener diversos tipos de úlceras.
Nefrología: El exceso de glucosa puede dañar los riñones con el tiempo, provocando nefropatía diabética. El nefrólogo realiza estudios para evaluar la función renal y recomienda medidas para prevenir o retrasar el deterioro de los riñones.
Cardiología: Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en personas con diabetes. El cardiólogo evalúa la presión arterial, el colesterol, los triglicéridos y otros factores que influyen en la salud del corazón y los vasos sanguíneos.
Oftalmología: El ojo es uno de los órganos más afectados por la diabetes. El oftalmólogo realiza exámenes periódicos para detectar la retinopatía diabética, el edema macular y otras afecciones que pueden causar pérdida de visión si no se tratan a tiempo.
Neurología: El exceso de glucosa también puede dañar los nervios periféricos, generando dolor, hormigueo o pérdida de sensibilidad. El neurólogo participa en la detección y tratamiento de la neuropatía diabética, que puede afectar la movilidad y la calidad de vida.
Nutrición y dietética: El nutricionista desempeña un papel fundamental en la planificación de una alimentación equilibrada, adaptada a las necesidades y estilo de vida del paciente. Una dieta adecuada ayuda a mantener el control glucémico y prevenir el aumento de peso.
Psicología: Vivir con una enfermedad crónica puede generar estrés, ansiedad o desmotivación. El acompañamiento psicológico contribuye al bienestar emocional, mejora la adherencia al tratamiento y favorece una actitud positiva frente a los cambios en el estilo de vida.
Odontología: La salud bucal también se ve afectada por la diabetes, aumentando el riesgo de enfermedad periodontal e infecciones. Las visitas regulares al odontólogo ayudan a mantener una boca sana y a prevenir complicaciones.
Prevención y autocuidado
La prevención de la diabetes se basa en hábitos saludables y controles médicos regulares. Entre las recomendaciones más importantes se encuentran:
-Cumplir con el tratamiento prescrito y asistir a las consultas de seguimiento.
-Mantener una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y baja en azúcares añadidos.
-Realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada.
-Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
-Controlar el peso corporal y la presión arterial.
-Realizar chequeos médicos periódicos, incluso si no hay síntomas.
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