Diabetología

Los diabetólogos se encargan de identificar los diferentes tipos de diabetes, como la tipo 1, tipo 2, diabetes gestacional y formas raras de diabetes, como la diabetes monogénica. Esto requiere pruebas como la medición de la glucosa en ayunas, la prueba de tolerancia a la glucosa y la medición de la hemoglobina A1c.

El tratamiento de la diabetes varía dependiendo del tipo y de la gravedad de la enfermedad. En la diabetes tipo 1, los pacientes deben recibir insulina exógena de por vida. En la diabetes tipo 2, el tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio) y medicamentos orales o insulina si es necesario. También incluye el manejo de la hipertensión, dislipidemia y otras comorbilidades asociadas con la diabetes, como la enfermedad renal crónica.

Los diabetólogos se enfocan en la prevención de la diabetes tipo 2, especialmente en personas con factores de riesgo como sobrepeso, antecedentes familiares o resistencia a la insulina. La educación en hábitos saludables y la detección precoz son claves para prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Los pacientes con diabetes necesitan un seguimiento regular para controlar sus niveles de glucosa, ajustar tratamientos y detectar posibles complicaciones tempranas. Esto puede incluir revisiones periódicas de la función renal, ocular, nerviosa y cardiovascular.

Una parte esencial de la diabetología es el manejo de las complicaciones a largo plazo, que incluyen: - Neuropatía diabética (daño a los nervios periféricos). - Retinopatía diabética (daño a los ojos). - Enfermedad renal diabética (nefropatía). - Enfermedades cardiovasculares, ya que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.