El lema de este año, "Diagnósticos correctos, pacientes seguros", pone énfasis en uno de los pilares fundamentales para la seguridad del paciente: un diagnóstico adecuado. Un diagnóstico preciso es esencial, ya que determina el tratamiento correcto y oportuno, impactando directamente en los resultados de salud.
¿Por qué es vital un diagnóstico acertado?
Un diagnóstico preciso es el punto de partida para un tratamiento efectivo. Un error en esta etapa puede llevar a tratamientos inadecuados, lo que no solo retrasa la recuperación del paciente, sino que puede generar complicaciones innecesarias.
Diagnosticar de manera errónea, ya sea por una mala interpretación de los síntomas o por fallos en la comunicación entre el médico y el paciente, puede tener consecuencias graves, como tratamientos incorrectos, efectos secundarios, o incluso empeorar la condición del paciente.
¿Cómo podemos mejorar la seguridad en los diagnósticos?
Una de las claves para mejorar la seguridad en los diagnósticos radica en fortalecer la comunicación entre los profesionales de la salud y los pacientes. Los médicos deben asegurarse de que los pacientes comprendan toda la información que se les proporciona, mientras que los pacientes deben participar activamente en el proceso, proporcionando información completa y haciendo preguntas cuando algo no está claro.
¿Qué hace CEMDOE para garantizar la seguridad de sus pacientes?
CEMDOE implementa una serie de medidas orientadas a proteger la seguridad de los pacientes en cada etapa de la atención médica. Entre estas medidas se destacan:
• Protocolos estandarizados: El centro sigue procedimientos claros y rigurosos para garantizar que todas las acciones del personal médico sigan las mejores prácticas de seguridad internacional.
• Limpieza y desinfección estrictas: Se aplican rigurosos controles de higiene para evitar la propagación de infecciones en las instalaciones.
• Identificación precisa del paciente: Antes de cualquier tratamiento, se asegura que el paciente esté correctamente identificado, minimizando el riesgo de errores.
• Comunicación efectiva entre equipos y pacientes: Se fomenta una comunicación fluida y clara entre los profesionales de la salud y los pacientes, lo que ayuda a evitar confusiones y errores.
• Verificaciones preoperatorias: Antes de una cirugía o procedimiento, se llevan a cabo controles de seguridad como la verificación de la identidad del paciente, el tipo de intervención y el lugar exacto donde se llevará a cabo, lo que reduce significativamente el riesgo de errores quirúrgicos.
• Participación del paciente y la familia: Se invita a los pacientes y a sus familias a ser parte activa del proceso de atención, asegurando que comprendan su tratamiento y puedan expresar cualquier duda o inquietud.
Cultura de seguridad centrada en el paciente
Todas estas acciones forman parte de una cultura de seguridad enfocada en reducir riesgos y proteger a los pacientes en cada paso del proceso asistencial. La participación activa de los pacientes y sus familias, junto con una atención médica segura, contribuyen a un entorno más seguro y efectivo para todos.